Multa de 3.000 euros por huir tras arrojar a un perro desde un coche
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Viernes, 20 de Julio de 2007 europasur.es
http://www.europasur.com/133518_ESN_HTML.htm
CÁDIZ. La Consejería de Gobernación, a través de la Dirección General de Espectáculos Públicos y Juegos, ha impuesto una multa de 3.000 euros a un vecino de Chipiona por arrojar a un perro por la ventanilla de su vehículo y huir al percatarse de la presencia de la Policía Local de ese municipio, siendo necesario que los agentes le diesen el alto para que el conductor parara el coche. Los hechos se produjeron sobre las 8 de la mañana del 18 de mayo de 2006 cuando dos agentes de la Policía Local que se encontraban patrullando por la calle Arroyo Chipiona contemplaron cómo un vehículo marca Hyundai Accent se paraba y desde una de sus ventanillas arrojaban un perro de pequeño tamaño.Una vez arrojado el perro, el conductor aceleró la marcha del turismo para que no le alcanzara el animal y al darse cuenta de que lo había visto la Policía, se paró tres calles más adelante tras darle el alto los agentes.
Según el atestado de los agentes, el infractor reconoció ser el propietario del animal, argumentando que lo había dejado en la vía pública por no poder hacerse cargo del mantenimiento del mismo. El perro fue trasladado al centro de acogida de animales El Refugio en Chipiona.
Posteriormente, el infractor se desdijo de su declaración y afirmó que el perro no era suyo sino que a su mujer le llamó la atención cuando ambos iban en el coche, por lo que redujo la marcha para comprobar si se trataba de un perro abandonado y que, al no estar seguro, continuó su camino.
http://www.europasur.com/133518_ESN_HTML.htm
CÁDIZ. La Consejería de Gobernación, a través de la Dirección General de Espectáculos Públicos y Juegos, ha impuesto una multa de 3.000 euros a un vecino de Chipiona por arrojar a un perro por la ventanilla de su vehículo y huir al percatarse de la presencia de la Policía Local de ese municipio, siendo necesario que los agentes le diesen el alto para que el conductor parara el coche. Los hechos se produjeron sobre las 8 de la mañana del 18 de mayo de 2006 cuando dos agentes de la Policía Local que se encontraban patrullando por la calle Arroyo Chipiona contemplaron cómo un vehículo marca Hyundai Accent se paraba y desde una de sus ventanillas arrojaban un perro de pequeño tamaño.Una vez arrojado el perro, el conductor aceleró la marcha del turismo para que no le alcanzara el animal y al darse cuenta de que lo había visto la Policía, se paró tres calles más adelante tras darle el alto los agentes.
Según el atestado de los agentes, el infractor reconoció ser el propietario del animal, argumentando que lo había dejado en la vía pública por no poder hacerse cargo del mantenimiento del mismo. El perro fue trasladado al centro de acogida de animales El Refugio en Chipiona.
Posteriormente, el infractor se desdijo de su declaración y afirmó que el perro no era suyo sino que a su mujer le llamó la atención cuando ambos iban en el coche, por lo que redujo la marcha para comprobar si se trataba de un perro abandonado y que, al no estar seguro, continuó su camino.