Multa de 6.000 euros por tirar a su perro desde el balcón en Valencia.
archivado en:
Noticias
Diario La Provincias, 21 de septiembre 2008.
Valencia. Una vecina de Benicalap, multada con 6.000 euros por tirar a su perro por el balcón.El Ayuntamiento sanciona con 5.100 euros al dueño de una pit-bull que la abandonó en un piso y fue encontrada en un desahucio.
PACO MORENO| VALENCIA
Seis mil diez euros por tirar a su perro por un balcón. Esa es la sanción aprobada por el Ayuntamiento contra una vecina de la calle Florista, en el barrio de Benicalap, y que fue publicada ayer en el Boletín Oficial de la Provincia.
El Consistorio considera probados los hechos ocurridos el 24 de agosto del pasado año, cuando agentes de la Policía Local llevaron al recinto zoológico de Benimàmet, la antigua perrera, un animal con heridas muy serias y donde los veterinarios ya no pudieron hacer nada.
"Estaba reventado", recordó ayer la anterior presidenta de la Protectora, Ana Mayol, al explicar el caso que ahora ha llegado al final de su tramitación administrativa. Cabe recurso judicial y el anuncio da un plazo a la vecina para que se pueda acoger a esta posibilidad. No obstante, la sanción es firme.
El animal llevaba un chip identificativo, por lo que en apenas unos minutos se comprobó la identidad de su propietaria, vecina en el número 21 de la calle Florista. El anuncio del Boletín precisa que esta persona no ha comparecido en el periodo de alegaciones.
Tras un amplio recorrido administrativo, la conclusión es que los testimonios y pruebas recogidos por la Policía Local son suficientes para imponer una sanción muy grave, tipificada en la Ley de Protección Animal con una cuantía de 6.000 euros.
Mayol comentó que la práctica habitual en los últimos asuntos es acudir por la vía civil, debido a la dificultad en conseguir una sentencia favorable por lo penal. Aseguró que es necesario un cambio en la legislación actual, que dé más facilidades para tramitar los expedientes por esta segunda vía.
La Protectora sólo realiza la eutanasia cuando es la última opción. En el acuerdo al que llegó con el Ayuntamiento para la gestión del recinto de Benimàmet se eliminó esta práctica, antes habitual.
Tras la implantación del chip identificativo, obligatorio desde hace años, así como cambios en la gestión, han subido de manera espectacular las cifras de adopción de animales en Valencia, tanto perros como gatos.
El Boletín de la Provincia también difundió ayer una sanción por malos tratos a un perro en la ciudad. Se trata del abandono de un perro potencialmente peligroso, como figura en el anuncio. El incidente ocurrió el 21 de noviembre de 2007, cuando entró en el refugio de Benimàmet una pit-bull que había sido dejada por su dueño en el número 9 de la calle Platero Suárez.
Al ejecutar una sentencia de desahucio, los agentes y la propietaria de la vivienda se encontraron con una perra en una de las habitaciones. El inquilino no tenía licencia para tener un perro de raza considerada como peligrosa. El animal tampoco llevaba microchip, por lo que el expediente suma tres sanciones.
La primera, por el propio abandono, asciende a 2.404 euros, lo mismo que el can no estuviese incluido en el registro del Ayuntamiento de perros peligrosos. Por último, una sanción de 300 euros por la falta del obligado chip.
Este segundo caso no es firme, como sí ocurre con la vecina de Benicalap, por lo que cabe agotar todavía todos los recursos en la vía administrativa. Paras las alegaciones se da un plazo de quince días al inquilino denunciado.
Valencia. Una vecina de Benicalap, multada con 6.000 euros por tirar a su perro por el balcón.El Ayuntamiento sanciona con 5.100 euros al dueño de una pit-bull que la abandonó en un piso y fue encontrada en un desahucio.
PACO MORENO| VALENCIA
Seis mil diez euros por tirar a su perro por un balcón. Esa es la sanción aprobada por el Ayuntamiento contra una vecina de la calle Florista, en el barrio de Benicalap, y que fue publicada ayer en el Boletín Oficial de la Provincia.
El Consistorio considera probados los hechos ocurridos el 24 de agosto del pasado año, cuando agentes de la Policía Local llevaron al recinto zoológico de Benimàmet, la antigua perrera, un animal con heridas muy serias y donde los veterinarios ya no pudieron hacer nada.
"Estaba reventado", recordó ayer la anterior presidenta de la Protectora, Ana Mayol, al explicar el caso que ahora ha llegado al final de su tramitación administrativa. Cabe recurso judicial y el anuncio da un plazo a la vecina para que se pueda acoger a esta posibilidad. No obstante, la sanción es firme.
El animal llevaba un chip identificativo, por lo que en apenas unos minutos se comprobó la identidad de su propietaria, vecina en el número 21 de la calle Florista. El anuncio del Boletín precisa que esta persona no ha comparecido en el periodo de alegaciones.
Tras un amplio recorrido administrativo, la conclusión es que los testimonios y pruebas recogidos por la Policía Local son suficientes para imponer una sanción muy grave, tipificada en la Ley de Protección Animal con una cuantía de 6.000 euros.
Mayol comentó que la práctica habitual en los últimos asuntos es acudir por la vía civil, debido a la dificultad en conseguir una sentencia favorable por lo penal. Aseguró que es necesario un cambio en la legislación actual, que dé más facilidades para tramitar los expedientes por esta segunda vía.
La Protectora sólo realiza la eutanasia cuando es la última opción. En el acuerdo al que llegó con el Ayuntamiento para la gestión del recinto de Benimàmet se eliminó esta práctica, antes habitual.
Tras la implantación del chip identificativo, obligatorio desde hace años, así como cambios en la gestión, han subido de manera espectacular las cifras de adopción de animales en Valencia, tanto perros como gatos.
El Boletín de la Provincia también difundió ayer una sanción por malos tratos a un perro en la ciudad. Se trata del abandono de un perro potencialmente peligroso, como figura en el anuncio. El incidente ocurrió el 21 de noviembre de 2007, cuando entró en el refugio de Benimàmet una pit-bull que había sido dejada por su dueño en el número 9 de la calle Platero Suárez.
Al ejecutar una sentencia de desahucio, los agentes y la propietaria de la vivienda se encontraron con una perra en una de las habitaciones. El inquilino no tenía licencia para tener un perro de raza considerada como peligrosa. El animal tampoco llevaba microchip, por lo que el expediente suma tres sanciones.
La primera, por el propio abandono, asciende a 2.404 euros, lo mismo que el can no estuviese incluido en el registro del Ayuntamiento de perros peligrosos. Por último, una sanción de 300 euros por la falta del obligado chip.
Este segundo caso no es firme, como sí ocurre con la vecina de Benicalap, por lo que cabe agotar todavía todos los recursos en la vía administrativa. Paras las alegaciones se da un plazo de quince días al inquilino denunciado.