No al descanso para los animales en los zoos ¡ Exhibiciones nocturnas!
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La Opinión de Málaga, 06 de Julio 2008
Noches africanas en el zoo.
MARÍA ALBARRAL. FUENGIROLA El Zoo de Fuengirola ya tiene horario nocturno. En julio y agosto todos los visitantes que lo deseen podrán adentrarse en lo más profundo de la selva africana, gracias a los espectáculos preparados y el ambiente que los rodea, evocador en casi todo, salvo en la temperatura, de los paisajes tradicionales del subcontinente negro.
Cuando cae la noche el área de exposiciones queda lista para la visita de los animales más característicos del entorno natural africano, conocido por la riqueza de su fauna y el rumor de sus especies más apreciadas. El espectador se sumerge en un cuento narrado al compás de ritmos africanos viendo en directo las ilustraciones del mismo, pero en movimiento. Una representación que, por un momento, permite experimentar la cercanía con una zona de África aún no demasiado conocida por los españoles.
Después de este despliegue de emoción el espectáculo del zoo cambia de protagonista. El grupo senegalés Sico Bana África hace rugir sus tambores. Ritmos trepidantes que descubren las historias populares, donde eran considerados "divulgadores de noticias", algo así como los antiguos juglares de Occidente.
El espectáculo es un juego de colores exóticos que mezcla la música y los cánticos con la danza. El público es parte de la acción. Uno de los músicos anima a los asistentes a que se sumen a su cantar y quien lo desee puede subir al paraje natural recreado de la selva para aprender los bailes autóctonos de manos de las bailarinas, auténticas profesionales.
Además, el Zoo de Fuengirola ofrece este verano una velada inolvidable. El público puede recorrer al anochecer los parajes de las selvas tropicales donde se encuentran los tigres de Sumatra, tapires malayos o hipopótamos pigmeos.
Tras el trayecto una cena a la luz de las velas y después el tan esperado espectáculo, en el que los cuentos se aúnan con el ritmo para representar el corazón del subcontinente. Una noche para no olvidar nunca, o al menos eso es lo que pretende la dirección del parque, que no ha escatimado en recursos para recrear el ambiente y la fauna de las profundidades selváticas.
Noches africanas en el zoo.
MARÍA ALBARRAL. FUENGIROLA El Zoo de Fuengirola ya tiene horario nocturno. En julio y agosto todos los visitantes que lo deseen podrán adentrarse en lo más profundo de la selva africana, gracias a los espectáculos preparados y el ambiente que los rodea, evocador en casi todo, salvo en la temperatura, de los paisajes tradicionales del subcontinente negro.
Cuando cae la noche el área de exposiciones queda lista para la visita de los animales más característicos del entorno natural africano, conocido por la riqueza de su fauna y el rumor de sus especies más apreciadas. El espectador se sumerge en un cuento narrado al compás de ritmos africanos viendo en directo las ilustraciones del mismo, pero en movimiento. Una representación que, por un momento, permite experimentar la cercanía con una zona de África aún no demasiado conocida por los españoles.
Después de este despliegue de emoción el espectáculo del zoo cambia de protagonista. El grupo senegalés Sico Bana África hace rugir sus tambores. Ritmos trepidantes que descubren las historias populares, donde eran considerados "divulgadores de noticias", algo así como los antiguos juglares de Occidente.
El espectáculo es un juego de colores exóticos que mezcla la música y los cánticos con la danza. El público es parte de la acción. Uno de los músicos anima a los asistentes a que se sumen a su cantar y quien lo desee puede subir al paraje natural recreado de la selva para aprender los bailes autóctonos de manos de las bailarinas, auténticas profesionales.
Además, el Zoo de Fuengirola ofrece este verano una velada inolvidable. El público puede recorrer al anochecer los parajes de las selvas tropicales donde se encuentran los tigres de Sumatra, tapires malayos o hipopótamos pigmeos.
Tras el trayecto una cena a la luz de las velas y después el tan esperado espectáculo, en el que los cuentos se aúnan con el ritmo para representar el corazón del subcontinente. Una noche para no olvidar nunca, o al menos eso es lo que pretende la dirección del parque, que no ha escatimado en recursos para recrear el ambiente y la fauna de las profundidades selváticas.