No seas cómplice, denuncia los malos tratos a mascotas.
archivado en:
Noticias
Diario La Región de Galicia, 10 Agosto 2008.
'No seas cómplice, denuncia los malos tratos’
En los últimos meses ha aumentado la colaboración ciudadana y son cada vez más quienes alertan.
Manuel Villar - SANTIAGO -El Gobierno gallego sancionó este año a nueve personas por maltrato grave o muy grave a un animal. La legislación autonómica contempla multas de entre 300 y 15.000 euros para quienes causen dolos o muerte a su mascota.
El llanto de Rony mientras su dueño le golpeaba cruelmente movió sentimientos y despertó la conciencia que muchos tenían adormecida. Juan Lado, el vecino de Aguiño que maltrató sin piedad a su perro, se convirtió -sin quererlo- en un revulsivo contra el maltrato animal. La difusión del vídeo que retrataba su inhumanidad fue una prueba clave para que se le impusiese la máxima sanción.
Las agresiones a Rony, el triste protagonista de este episodio, y su compañera Shila se saldaron con dos multas de tres mil euros. La denuncia del veterinario Federico Real en 2004 motivo la intervención de la Xunta. La decisión del vecino que se atrevió a llevar al juzgado el caso no es habitual. El 90% de las denuncias por maltrato animal son presentadas por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Es difícil probar las agresiones porque se necesita un testigo que cuente lo sucedido en un juicio.
Repercusión mediática
Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente aseguran que, tras la repercusión mediática de este caso, son más habituales las denuncias anónimas por temor a represalias. De poco valen porque en estos casos es necesario aportar nombres y apellidos. En los últimos meses se ha registrado un cambio de tendencia: son más los que se atreven.
‘No seas cómplice, denuncia los malos tratos a mascotas’: el mensaje que María López, de Verdegaia, quiere trasladar es compartido por la mayoría de la sociedad: ‘En la teoría todos estamos contra esas atrocidades, pero no todos se atreven a denunciar por temor a represalias. No se puede mirar hacia otro lado cuando tenemos conocimiento de agresiones’.
Las agrupaciones ecologistas y los colectivos defensores de los animales llevan tiempo reclamándole a la Consellería de Medio Ambiente una nueva ley de bienestar de mascotas que supere las carencias de la normativa vigente, aprobada en 1993. Solicitan que el nuevo texto impida que una persona condenada por maltratar a una mascota pueda volver a tener o cuidar un animal. En algunas comunidades ya se aplican normativas más duras que la gallega; además de la sanción económica, el maltratador es vigilado para controlar que adquiere otra mascota.
La Xunta sancionó a nueve personas por maltrato en los siete primeros meses de este año: 6 en Lugo, 2 en Pontevedra y 1 en A Coruña. A estas multas hay que añadirle otras cinco por abandono (dos en Ourense, dos en Pontevedra y una en Lugo). En 2007 se tramitaron 18 sanciones por maltrato y 7 por abandono. Las multas oscilan entre los 30 y los 15.000 euros, dependiendo de la gravedad de los hechos.
La legislación gallega considera muy grave que el dueño de un animal organice peleas u otros espectáculos en los que el can pueda sufrir, la venta de ejemplares que tenga enfermedades infecciosas o la esterilización. Considera falta grave el maltrato, la mutilación de los animales sin necesidad o en ausencia de veterinario, el abandono, la ausencia de vacunación, la venta ambulante fuera de los mercados autorizados o la posesión de un animal potencialmente peligrosos son la protección que se exige. Las denuncias de maltrato animal pueden tramitarse a través de los agentes forestales de Medio Ambiente, la Policía Local o el Seprona. Inspectores de la Xunta se encargan de comprobar la veracidad de los hechos, imponer la sanción correspondiente y, en los casos necesarios, retirar el animal.
'No seas cómplice, denuncia los malos tratos’
En los últimos meses ha aumentado la colaboración ciudadana y son cada vez más quienes alertan.
Manuel Villar - SANTIAGO -El Gobierno gallego sancionó este año a nueve personas por maltrato grave o muy grave a un animal. La legislación autonómica contempla multas de entre 300 y 15.000 euros para quienes causen dolos o muerte a su mascota.
El llanto de Rony mientras su dueño le golpeaba cruelmente movió sentimientos y despertó la conciencia que muchos tenían adormecida. Juan Lado, el vecino de Aguiño que maltrató sin piedad a su perro, se convirtió -sin quererlo- en un revulsivo contra el maltrato animal. La difusión del vídeo que retrataba su inhumanidad fue una prueba clave para que se le impusiese la máxima sanción.
Las agresiones a Rony, el triste protagonista de este episodio, y su compañera Shila se saldaron con dos multas de tres mil euros. La denuncia del veterinario Federico Real en 2004 motivo la intervención de la Xunta. La decisión del vecino que se atrevió a llevar al juzgado el caso no es habitual. El 90% de las denuncias por maltrato animal son presentadas por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Es difícil probar las agresiones porque se necesita un testigo que cuente lo sucedido en un juicio.
Repercusión mediática
Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente aseguran que, tras la repercusión mediática de este caso, son más habituales las denuncias anónimas por temor a represalias. De poco valen porque en estos casos es necesario aportar nombres y apellidos. En los últimos meses se ha registrado un cambio de tendencia: son más los que se atreven.
‘No seas cómplice, denuncia los malos tratos a mascotas’: el mensaje que María López, de Verdegaia, quiere trasladar es compartido por la mayoría de la sociedad: ‘En la teoría todos estamos contra esas atrocidades, pero no todos se atreven a denunciar por temor a represalias. No se puede mirar hacia otro lado cuando tenemos conocimiento de agresiones’.
Las agrupaciones ecologistas y los colectivos defensores de los animales llevan tiempo reclamándole a la Consellería de Medio Ambiente una nueva ley de bienestar de mascotas que supere las carencias de la normativa vigente, aprobada en 1993. Solicitan que el nuevo texto impida que una persona condenada por maltratar a una mascota pueda volver a tener o cuidar un animal. En algunas comunidades ya se aplican normativas más duras que la gallega; además de la sanción económica, el maltratador es vigilado para controlar que adquiere otra mascota.
La Xunta sancionó a nueve personas por maltrato en los siete primeros meses de este año: 6 en Lugo, 2 en Pontevedra y 1 en A Coruña. A estas multas hay que añadirle otras cinco por abandono (dos en Ourense, dos en Pontevedra y una en Lugo). En 2007 se tramitaron 18 sanciones por maltrato y 7 por abandono. Las multas oscilan entre los 30 y los 15.000 euros, dependiendo de la gravedad de los hechos.
La legislación gallega considera muy grave que el dueño de un animal organice peleas u otros espectáculos en los que el can pueda sufrir, la venta de ejemplares que tenga enfermedades infecciosas o la esterilización. Considera falta grave el maltrato, la mutilación de los animales sin necesidad o en ausencia de veterinario, el abandono, la ausencia de vacunación, la venta ambulante fuera de los mercados autorizados o la posesión de un animal potencialmente peligrosos son la protección que se exige. Las denuncias de maltrato animal pueden tramitarse a través de los agentes forestales de Medio Ambiente, la Policía Local o el Seprona. Inspectores de la Xunta se encargan de comprobar la veracidad de los hechos, imponer la sanción correspondiente y, en los casos necesarios, retirar el animal.