NOTA DE PRENSA PROYECTO GRAN SIMIO
Proyecto Gran Simio solicita a las autoridades nacionales y autonómicas de España, el fin de los programas de reproducción con delfines, belugas, orcas, morsas y focas y el cese de los espectáculos circenses en los acuarios con estos animales por estar vulnerando la sensibilidad y el respeto a estos seres vivos, originando un maltrato continuado al exigirles realizar ejercicios muchos de ellos antinaturales de las especies a base de recompensas con peces muertos, anulándoles su capacidad de obtención de alimento por sí mismos y teniéndolos encerrados en piscinas pequeñas en comparación con su hábitat natural. Igualmente esta organización denuncia la situación en que se encuentran los belugas del Oceanográfico de Valencia, Kairo, Yulka y su hijo Kylu nacido el 15 de noviembre de 2016, donde además de no estar en un espacio abierto donde el sol, el aire o la luz natural que son elementos indispensables para el bienestar de los animales como ocurre en su hábitat natural, se encuentran en una zona cerrada, con poco espacio para nadar, tardando pocos segundos en dar una vuelta completa al espacio principal donde puede ser observado por los visitantes, con escaso entretenimiento medioambiental. Para Proyecto Gran Simio, a pesar de que en ocasiones se les abre una compuerta para pasar a otro recinto pequeño, el mantener a los belugas en estas condiciones para nada es educativo y se deben de estudiar soluciones incluso la posibilidad de buscar un lugar donde tenerlos en semilibertad. Esta especie llamativa por su color blanco, habita en las zonas árticas y subárticas. No es ético ni digno de los seres humanos, mantener animales encerrados para el disfrute de los seres humanos y menos los de gran tamaño, que al encerrarlos en espacios reducidos, hacen que el estrés sea continuado por falta de movimiento. Esta organización solicita a las Autoridades competentes, que se legisle un Decreto urgente que prohíba de forma inmediata el nacimiento en cautividad de mamíferos marinos en todo el territorio nacional y su importación o exportación. España está rodeada de costa y de mar, por lo que es un lugar privilegiado para la observación de cetáceos en libertad y no en piscinas diminutas donde se corta la libertad y se convierten en seres “objeto” al capricho humano. Sin embargo es el país de la Unión Europea con más delfinarios. “Si queremos ser un país progresista, un país con dignidad y respeto hacia los no humanos, tenemos que avanzar en las leyes que protejan a los animales y en especial aquellos que tienen un alto nivel de inteligencia. Tanto los zoológicos como los acuarios donde se obligan a realizar espectáculos circenses, deben de reconvertirse y buscar otras fórmulas para obtener beneficios que no sea a costa del sufrimiento de los seres vivos que en sus jaulas o piscinas se convierten en meros cromos, perdiendo su esencia como especies diferentes a la nuestra pero que en libertad son una riqueza de vida imprescindible para sostener los ecosistemas de nuestro planeta. Por ello la reproducción en cautividad debe prohibirse tanto en los zoológicos como en los acuarios con los animales mamíferos, buscando alternativas donde no se cause perjuicio a ninguna especie. Jaula o piscina que quede vacía, debe quedarse así para siempre ”, ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio en España y Presidente Internacional de la misma organización, tras su visita al Oceanográfico de Valencia y en el marco de la campaña “cetáceo libre”. Pozas pone como ejemplo a Francia que recientemente ha aprobado un Decreto donde se prohíbe la reproducción de cetáceos en cautividad, acabando con los programas de reproducción, de intercambios o de importación, hasta llegar al fin de los circos marinos. Además se prohíbe el uso del cloro en las piscinas como tratamiento del agua y el contacto directo con el público. Estas medidas deben ser de inmediato puestas en vigor también en España. La visita realizada al Oceanográfico de Valencia por esta organización, ha puesto de manifiesto que si bien es verdad, que el espectáculo de los delfines en este delfinario ya no es muy circense (no pasan por aros, no utilizan pelotas, no levantan a los entrenadores con su hocico por los aires, etc.) y que sólo se realizan saltos de los delfines por sí mismos (con órdenes guiadas), una muestra de lo que no hay que hacer en caso de varamiento utilizando a un niño para que toque al delfín y un circulo en el agua con los cuidadores cogidos de las aetas de los delfines; sí que solicita el cese del programa de reproducción y la no llegada o traslado de ningún ejemplar de delfines. Igualmente ocurre con las morsas y focas que deben de ser los últimos ejemplares que se tenga en cautividad. Las morsas a pesar de su volumen, tampoco tienen un espacio grande ni están a cielo abierto, impidiéndolas el contacto con el sol o el ambiente natural. En cuanto a los belugas del Oceanográfico según el representante del Proyecto Gran Simio, las instalaciones tienen que ser cerradas y buscar una solución para que vayan a un lugar en mejores condiciones, más grande y en semilibertad, acabando igualmente la reproducción en cautividad que supone una nueva vida condenada a la esclavitud de por vida.