Nuevos estudios sobre el comportamiento de los gorilas.
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BBC Mundo, 8 de Mayo 2009.
Las gorilas, a cargo de la unión familiar.
BBC Ciencia
Las gorilas hembra suelen palmotear para llamar la atención de sus crías y de los machos adultos, descubrió una nueva investigación.
Las gorilas dan palmadas para alertar a los machos de la presencia de humanos.
Ésta es sólo la segunda vez que se logra registrar algún rasgo de comportamiento del gorila occidental de tierras bajas.
El estudio reveló que los grandes primates utilizan las palmadas para comunicarse a larga distancia y mantener unido al grupo familiar.
La investigación, que publica la revista Primates, fue llevada a cabo en el Proyecto de la Reserva de la Comunidad Lac Tele en la República del Congo, en África central.
"Lo que más me impresionó fue la forma como las hembras llevan a cabo esta conducta de forma controlada y deliberada mientras están en posición bípeda", explica la doctora Ammie Kalan, de la Universidad de Oxford Brookes en Inglaterra.
"Y lo hacen casi de la misma forma como daría palmadas un ser humano".
"Nos dimos cuenta de que la hembra era capaz de ejercer control en la conducta de su cría haciendo sonar las palmas de las manos. Lo cual me hizo recordar a una madre humana", afirma Kalan, quien llevó a cabo sus observaciones conjuntamente con Hugo Rainey de la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje.
Humanos a la vista
Los gorilas machos y hembras que viven en cautiverio a menudo dan palmadas, ya sea para demostrar entusiasmo o para atraer la atención de sus cuidadores humanos.
Hace más de 25 años, Diane Fossey observó a una gorila salvaje de montaña (una especie distinta) dando palmadas. Pero esa hembra adquirió y perdió la conducta en el transcurso de cuatro años.
Hasta ahora se ha estudiado poco el comportamiento de los gorilas.
Hace 20 años, el primatólogo Michael Fay observó en África central a gorilas occidentales de tierras bajas aplaudiendo y creyó que era una respuesta de alarma de los animales ante los observadores humanos.
Ahora Kalan y Rainey registraron las palmadas en cuatro grupos separados de gorilas occidentales de tierras bajas que habitaban el pantano Likoula en la Reserva de la Comunidad de Lac Tele.
En todos los grupos, afirman los investigadores, observaron a cinco hembras adultas aplaudiendo. Cuatro eran madres con crías presentes.
Y en cada ocasión, la hembra hacia sonar las palmas de sus manos dos veces en rápida sucesión y frente a su cuerpo.
En dos ocasiones, agregan los autores, estaba claro que las hembras palmoteaban para alertar a un macho adulto de la presencia de observadores humanos.
En respuesta, el macho trató de intimidar a los observadores y en otra ocasión un macho que estaba escondido a 10 metros de distancia detrás de un árbol produjo un fuerte gruñido, después golpeó el suelo y se golpeó el pecho.
Cohesión familiar
Ésta es una forma de comunicación con gestos que hasta ahora ha sido pasada por alto por los investigadores
Ammie Kalan
En otra ocasión, después de que el equipo de Kaplan y Rainey sorprendiera a tres hembras posadas en un árbol, las escucharon aplaudiendo cinco veces en sucesión, haciendo cada una pausas de un minuto.
"Creemos que estaban intentando establecer contacto con el macho adulto, aún cuando nosotros ya no éramos una amenaza", explica Kalan.
También observaron a una madre aplaudiendo de repente a su cría, quien al oír las palmadas dejó de jugar y otros adultos, mientras tanto, pararon de buscar alimento.
Después todos siguieron la mirada de la madre, quien a su vez estaba observando a los investigadores y rápidamente todo el grupo se alejó.
"Ésta es una forma de comunicación con gestos que hasta ahora ha sido pasados por alto por los investigadores", dice Ammie Kalan.
"Los gorilas la usan como una forma para comunicarse en largas distancias con los machos adultos, incluso cuando los humanos no suponen una amenaza inmediata, y también la usan para llamar la atención de los miembros del grupo".
"La palmada con las manos permite a los gorilas mantener la cohesión de su grupo", señala la científica.
Las gorilas, a cargo de la unión familiar.
BBC Ciencia
Las gorilas hembra suelen palmotear para llamar la atención de sus crías y de los machos adultos, descubrió una nueva investigación.
Las gorilas dan palmadas para alertar a los machos de la presencia de humanos.
Ésta es sólo la segunda vez que se logra registrar algún rasgo de comportamiento del gorila occidental de tierras bajas.
El estudio reveló que los grandes primates utilizan las palmadas para comunicarse a larga distancia y mantener unido al grupo familiar.
La investigación, que publica la revista Primates, fue llevada a cabo en el Proyecto de la Reserva de la Comunidad Lac Tele en la República del Congo, en África central.
"Lo que más me impresionó fue la forma como las hembras llevan a cabo esta conducta de forma controlada y deliberada mientras están en posición bípeda", explica la doctora Ammie Kalan, de la Universidad de Oxford Brookes en Inglaterra.
"Y lo hacen casi de la misma forma como daría palmadas un ser humano".
"Nos dimos cuenta de que la hembra era capaz de ejercer control en la conducta de su cría haciendo sonar las palmas de las manos. Lo cual me hizo recordar a una madre humana", afirma Kalan, quien llevó a cabo sus observaciones conjuntamente con Hugo Rainey de la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje.
Humanos a la vista
Los gorilas machos y hembras que viven en cautiverio a menudo dan palmadas, ya sea para demostrar entusiasmo o para atraer la atención de sus cuidadores humanos.
Hace más de 25 años, Diane Fossey observó a una gorila salvaje de montaña (una especie distinta) dando palmadas. Pero esa hembra adquirió y perdió la conducta en el transcurso de cuatro años.
Hasta ahora se ha estudiado poco el comportamiento de los gorilas.
Hace 20 años, el primatólogo Michael Fay observó en África central a gorilas occidentales de tierras bajas aplaudiendo y creyó que era una respuesta de alarma de los animales ante los observadores humanos.
Ahora Kalan y Rainey registraron las palmadas en cuatro grupos separados de gorilas occidentales de tierras bajas que habitaban el pantano Likoula en la Reserva de la Comunidad de Lac Tele.
En todos los grupos, afirman los investigadores, observaron a cinco hembras adultas aplaudiendo. Cuatro eran madres con crías presentes.
Y en cada ocasión, la hembra hacia sonar las palmas de sus manos dos veces en rápida sucesión y frente a su cuerpo.
En dos ocasiones, agregan los autores, estaba claro que las hembras palmoteaban para alertar a un macho adulto de la presencia de observadores humanos.
En respuesta, el macho trató de intimidar a los observadores y en otra ocasión un macho que estaba escondido a 10 metros de distancia detrás de un árbol produjo un fuerte gruñido, después golpeó el suelo y se golpeó el pecho.
Cohesión familiar
Ésta es una forma de comunicación con gestos que hasta ahora ha sido pasada por alto por los investigadores
Ammie Kalan
En otra ocasión, después de que el equipo de Kaplan y Rainey sorprendiera a tres hembras posadas en un árbol, las escucharon aplaudiendo cinco veces en sucesión, haciendo cada una pausas de un minuto.
"Creemos que estaban intentando establecer contacto con el macho adulto, aún cuando nosotros ya no éramos una amenaza", explica Kalan.
También observaron a una madre aplaudiendo de repente a su cría, quien al oír las palmadas dejó de jugar y otros adultos, mientras tanto, pararon de buscar alimento.
Después todos siguieron la mirada de la madre, quien a su vez estaba observando a los investigadores y rápidamente todo el grupo se alejó.
"Ésta es una forma de comunicación con gestos que hasta ahora ha sido pasados por alto por los investigadores", dice Ammie Kalan.
"Los gorilas la usan como una forma para comunicarse en largas distancias con los machos adultos, incluso cuando los humanos no suponen una amenaza inmediata, y también la usan para llamar la atención de los miembros del grupo".
"La palmada con las manos permite a los gorilas mantener la cohesión de su grupo", señala la científica.