Pretenden avergonzar a todos los españoles
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Poner una pica en Flandes: toros en Bruselas
Me dijeron que era una temeridad y quizás algo tiene de osadía mi pretensión de defender nuestra Fiesta en un ámbito, a priori tan hostil, como Bruselas y además en la sede del Parlamento Europeo. Pero lo cierto es que nos hemos atrevido y que Dios reparta suerte.
Los próximos días 4 y 5 de junio tendrá lugar en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas una exposición que bajo el lema «Entre el Hombre y el Toro» pretende llevar a ese foro una muestra veraz de lo que significa en la historia y en la cultura europea y mediterránea la Fiesta de los toros.
Se trata de defender legítimamente una tradición que hunde sus raíces en el tiempo: figuras de toros aparecen en las Cuevas de Altamira o en las ceremonias religiosas de los íberos, enfrentamientos con toros vienen recogidos por historiadores griegos y romanos y hay constancia de una corrida de toros en honor del Rey Alfonso VIII, en Logroño, allá por el año 1133. Los toros están presentes en todos los campos de la cultura, no solo europea sino mundial, como lo prueban los cuadros de Goya o Picasso, la escultura de Benlliure, la música de Bizet, las películas de Hemingway o el pasodoble, música creada ex profeso para los toros.
La Fiesta de los toros se celebra en la mitad occidental del arco mediterráneo, desde el Sur de Francia a Portugal y se asienta felizmente en la América Hispana.
La muestra pretende recoger la gran influencia que la Fiesta de los toros ha tenido y tiene tanto en la cultura europea como mundial. Se trata de la defensa de un inequívoco hecho cultural.
El Tratado de Lisboa reconoce «el respeto a las tradiciones culturales de los Estados miembros». En consecuencia, hemos pedido y alcanzado su apoyo a personalidades de la política y la cultura de todo signo político y nacionalidades diversas.
Políticos relevantes pertenecientes a grupos tan distintos como el Popular o Izquierda Unitaria, pasando por liberales o socialistas, darán testimonio con su presencia y su palabra del apoyo que les merece la iniciativa.
La pica que queremos colocar en Bruselas no es de guerra, sino de entendimiento y de petición de respeto a lo diferente.
Han sido reiterados los ataques recibidos a nuestra Fiesta, presentándola como una barbarie impropia de europeos modernos. Los medios para provocar el desprestigio han sido muchos y falaces. Nosotros no vamos a responder con parecidas formas. Queremos ilustrar desconocimientos, aportar datos y nuestra legítima verdad.
Pero hemos dicho basta a la simple defensa. Hemos pasado a la acción. Les haremos ver a nuestros colegas que es gracias a la Fiesta y a la labor de los ganaderos que sobrevive hoy en España este animal, el toro de lidia, que se ha extinguido en el resto de Europa. Más aún, las ganaderías del toro bravo son imprescindibles en el mantenimiento del ecosistema español al conservar, en condiciones excepcionales, más de 540.000 hectáreas de dehesa, con respeto pleno a la diversidad medioambiental, que equivale al 7,6% del territorio del Estado, destinado a pastos.
Finalmente, es todo un acontecimiento que todo el sector taurino esté unido en la «Mesa del Toro» y en favor de este proyecto que constituye un primer paso para defender eficazmente lo nuestro, sin complejos aunque respetuosos con quienes tienen derecho a discrepar.
Me dijeron que era una temeridad y quizás algo tiene de osadía mi pretensión de defender nuestra Fiesta en un ámbito, a priori tan hostil, como Bruselas y además en la sede del Parlamento Europeo. Pero lo cierto es que nos hemos atrevido y que Dios reparta suerte.
Los próximos días 4 y 5 de junio tendrá lugar en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas una exposición que bajo el lema «Entre el Hombre y el Toro» pretende llevar a ese foro una muestra veraz de lo que significa en la historia y en la cultura europea y mediterránea la Fiesta de los toros.
Se trata de defender legítimamente una tradición que hunde sus raíces en el tiempo: figuras de toros aparecen en las Cuevas de Altamira o en las ceremonias religiosas de los íberos, enfrentamientos con toros vienen recogidos por historiadores griegos y romanos y hay constancia de una corrida de toros en honor del Rey Alfonso VIII, en Logroño, allá por el año 1133. Los toros están presentes en todos los campos de la cultura, no solo europea sino mundial, como lo prueban los cuadros de Goya o Picasso, la escultura de Benlliure, la música de Bizet, las películas de Hemingway o el pasodoble, música creada ex profeso para los toros.
La Fiesta de los toros se celebra en la mitad occidental del arco mediterráneo, desde el Sur de Francia a Portugal y se asienta felizmente en la América Hispana.
La muestra pretende recoger la gran influencia que la Fiesta de los toros ha tenido y tiene tanto en la cultura europea como mundial. Se trata de la defensa de un inequívoco hecho cultural.
El Tratado de Lisboa reconoce «el respeto a las tradiciones culturales de los Estados miembros». En consecuencia, hemos pedido y alcanzado su apoyo a personalidades de la política y la cultura de todo signo político y nacionalidades diversas.
Políticos relevantes pertenecientes a grupos tan distintos como el Popular o Izquierda Unitaria, pasando por liberales o socialistas, darán testimonio con su presencia y su palabra del apoyo que les merece la iniciativa.
La pica que queremos colocar en Bruselas no es de guerra, sino de entendimiento y de petición de respeto a lo diferente.
Han sido reiterados los ataques recibidos a nuestra Fiesta, presentándola como una barbarie impropia de europeos modernos. Los medios para provocar el desprestigio han sido muchos y falaces. Nosotros no vamos a responder con parecidas formas. Queremos ilustrar desconocimientos, aportar datos y nuestra legítima verdad.
Pero hemos dicho basta a la simple defensa. Hemos pasado a la acción. Les haremos ver a nuestros colegas que es gracias a la Fiesta y a la labor de los ganaderos que sobrevive hoy en España este animal, el toro de lidia, que se ha extinguido en el resto de Europa. Más aún, las ganaderías del toro bravo son imprescindibles en el mantenimiento del ecosistema español al conservar, en condiciones excepcionales, más de 540.000 hectáreas de dehesa, con respeto pleno a la diversidad medioambiental, que equivale al 7,6% del territorio del Estado, destinado a pastos.
Finalmente, es todo un acontecimiento que todo el sector taurino esté unido en la «Mesa del Toro» y en favor de este proyecto que constituye un primer paso para defender eficazmente lo nuestro, sin complejos aunque respetuosos con quienes tienen derecho a discrepar.