Sorprendidos dos cazadores abatiendo palomas zuritas en un terreno no cinegético de Gádor

En el desarrollo de su actividad habitual, los agentes del SEPRONA de Gádor (Almería), al llevarla a cabo en el paraje de Mascolux, ubicado en el término municipal de dicha localidad, escuchan varias detonaciones de arma de fuego, procedentes del interior de un campo de cítricos próximo, lugar donde no se puede realizar la actividad cinegética de la caza, a la vez que observan a una persona entre los árboles. Cuando los agentes se adentran en la explotación, escuchan una nueva detonación, realizada por otra persona que acude al lugar donde había caído abatida una paloma zurita, momento en el que los agentes de la Guardia Civil proceden a su identificación. Al solicitarle la documentación reglamentaria para el legal desempeño de la caza, éste informa a los agentes carecer de la misma en su totalidad, realizando a continuación una inspección de la zona, después de intervenirle el arma que portaba. Durante esta tarea, la Guardia Civil sorprende a una segunda persona en el interior de una oquedad del terreno, utilizando una malla mimetizada para intentar pasar desapercibido y quien, a requerimiento de los agentes, aporta la documentación necesaria para la práctica de la caza, así como de la titularidad de la escopeta de caza, localizando también varias palomas zuritas abatidas. El punto donde los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil identifican a ambos cazadores, dista unos 3 metros de una balsa de riego, utilizada por las aves como bebedero, aprovechando ese momento para cazarlas, encontrándose en el interior de la balsa varios ejemplares que no podían recogerse. Por tales motivos, durante las entrevistas que los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Garrucha (Almería) con estas personas, les informan de las infracciones observadas en materia de caza, en materia de protección de la flora y fauna, así como al Reglamento de armas. Las correspondientes denuncias formuladas, han sido remitidas a la Autoridades competentes en cada materia, así como las armas y efectos intervenidos, puestos a su disposición y depositados en dependencias de la Guardia Civil, entregando las palomas abatidas en un centro benéfico de la zona.