"Tortura de toros, al Código Penal". Opinión. Cartas lectores.
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Artículos
La Nueva España, lne, 10 septiembre 2008.
Tortura de toros, al Código Penal.
El pasado 12 de agosto en la Sección de Opinión, en un escrito titulado «Agosteces. Toros», Pachi Poncela decía que jaleaba al del paquete como un poseso mientras recordaba la sabia sentencia de Guillermo Fesser: «Los toros son malos porque nunca he visto a un toro que ayude a cruzar la calle a un ciego». Y se reafirma Poncela: «Ni más ni menos». Pues, señor Poncela, por esa regla de tres también los bebés, los inválidos o los comatosos son malos porque nunca he visto a ninguno de ellos ayudar a cruzar la calle a un ciego. Ni más ni menos. Yo también recuerdo la sabia sentencia de Albert Shweitzer: «Llegará un punto en que la opinión pública ya no tolere la diversión fundada en el maltrato y matanza de animales. Vendrá el momento».
Las argumentaciones basadas en cuestiones culturales, costumbres, creencias o interpretaciones personales de la vida no pueden justificar la muerte de un inocente. Hacer un espectáculo de la agonía de un ser vivo no es moralmente correcto. Y si seguimos la regla de respetarlo porque es una tradición entonces debemos respetar miles de aberraciones y barbaridades a la especie animal y humana que son una tradición o lo han sido en algún momento: esclavitud, sacrificios, explotación. La ablación en países africanos o la lapidación en países árabes también son tradición ¿las respetamos?
Con una cuarta parte de las subvenciones que se chupan del Estado para divertirse torturando se podrían preservar muchas dehesas con esos amados toros de lidia. El toro de lidia pertenece a la misma especie que cualquier toro, vaca o buey que te puedas encontrar. ¿Qué toro desaparecería? Justificar la tortura de unos seres vivos para... salvarlos es el argumento más estúpido de todos con los que pretenden defender esta aberración. Las corridas de toros son un espectáculo inaceptable en nuestros días.
Violencia, tortura, muerte, crueldad = malo.
Oposición a la violencia, defensa del agredido, lucha contra la injusticia = bueno.
Manuel Fernández Suárez
Avilés
Tortura de toros, al Código Penal.
El pasado 12 de agosto en la Sección de Opinión, en un escrito titulado «Agosteces. Toros», Pachi Poncela decía que jaleaba al del paquete como un poseso mientras recordaba la sabia sentencia de Guillermo Fesser: «Los toros son malos porque nunca he visto a un toro que ayude a cruzar la calle a un ciego». Y se reafirma Poncela: «Ni más ni menos». Pues, señor Poncela, por esa regla de tres también los bebés, los inválidos o los comatosos son malos porque nunca he visto a ninguno de ellos ayudar a cruzar la calle a un ciego. Ni más ni menos. Yo también recuerdo la sabia sentencia de Albert Shweitzer: «Llegará un punto en que la opinión pública ya no tolere la diversión fundada en el maltrato y matanza de animales. Vendrá el momento».
Las argumentaciones basadas en cuestiones culturales, costumbres, creencias o interpretaciones personales de la vida no pueden justificar la muerte de un inocente. Hacer un espectáculo de la agonía de un ser vivo no es moralmente correcto. Y si seguimos la regla de respetarlo porque es una tradición entonces debemos respetar miles de aberraciones y barbaridades a la especie animal y humana que son una tradición o lo han sido en algún momento: esclavitud, sacrificios, explotación. La ablación en países africanos o la lapidación en países árabes también son tradición ¿las respetamos?
Con una cuarta parte de las subvenciones que se chupan del Estado para divertirse torturando se podrían preservar muchas dehesas con esos amados toros de lidia. El toro de lidia pertenece a la misma especie que cualquier toro, vaca o buey que te puedas encontrar. ¿Qué toro desaparecería? Justificar la tortura de unos seres vivos para... salvarlos es el argumento más estúpido de todos con los que pretenden defender esta aberración. Las corridas de toros son un espectáculo inaceptable en nuestros días.
Violencia, tortura, muerte, crueldad = malo.
Oposición a la violencia, defensa del agredido, lucha contra la injusticia = bueno.
Manuel Fernández Suárez
Avilés