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Un centenar de animales malviven en un zoo de Badajoz sin licencia
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BADAJOZ. El Gobierno extremeño no hace cumplir la normativa que ya ha sido aprobada. Parece que aunque el antiguo zoológico de Almendralejo, que fue cerrado en 2006 por mantener en malas condiciones a los animales, ya no tiene licencia para abrirse al público, sí que está condicionado para tener a cientos de animales que aún no han sido reubicados en otros zoos.
Ejemplares de jabalí y monos babuinos, entre otros, continúan en una situación de completo abandono. Los responsables del zoo no han sido localizados pero un trabajador del centro asegura que en el lugar «solo quedan trastos». Sin embargo, algunos habitantes de la zona aseguraron haber oído rugidos y otros sonidos de animales.
Los activistas de la asociación «Ecologistas en Acción» están llevando a cabo una campaña de denuncia para conseguir así que los animales sean trasladados a otros centros de España. En declaraciones a Europa Press, el coordinador de la Asociación. en Extremadura, Pablo Ramos, denunció que «un centro que no tiene autorización como núcleo zoológico no puede tener animales» y recordó que le fue denegada la licencia en junio de 2004». Por alegaciones interpuestas el proceso se alargó hasta junio de 2006. Fue entonces cuando se resuelve la clausura de las instalaciones y se da el plazo de un mes para mandar a los animales a un lugar más adecuado.
El cierre fue motivado, según señalan los documentos por los que la Junta de Extremadura procedió al cierre de las instalaciones, por no cumplir las normativas biosanitarias de los zoológicos, por la falta de controles sanitarios «de obligado cumplimientos» y la carencia de vacunaciones para prevenir el contagio de enfermedades entre los animales.
La ley protege la fauna
Cuando en 1999 se aprobó la Directiva 1999/22 en relación a animales salvajes en parques zoológicos, se abrió una nueva etapa para la red de zoológicos de España. Quedaron atrás las antiguas «casas de fieras» donde se exhibían a los animales entre barrotes y en cubículos que difícilmente les eran suficientes para dar más de unos cuantos pasos. Más tarde, el Gobierno español hace la transposición de esta directiva y elabora la Ley de Conservación de la Fauna Silvestre en Cautividad, 31/2003. para proteger no sólo a los animales cautivos, sino también, a los que estaban en peligro de extinción.
El objetivo de estas normativas es el de promover el bienestar de los animales. Se debe tener en cuenta que las jaulas no son adecuadas. Además, las condiciones climáticas relativas al espacio que necesitan los animales está en función de cada una de las especies que conviven en ellas.
Sin embargo, a día de hoy sólo existen tres provincias, Navarra, Madrid y Andalucía que cumplen la normativa, según denunció la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Un zoo debe tener en cuenta aspectos como los relativos a las dietas alimenticias, las características sociales de las especies, el número de componentes de cada especie, el ratio de sexos, las características de reproducción o la asistencia veterinaria que requieren.
Animales no registrados
Por otro lado, Ramos criticó que muchos animales no están identificados «al no haber un libro de registro». Además, añadió que en el zoo. La suciedad se acumula en las jaulas.
Las asociaciones ecologistas se preguntan por qué no se ha sancionado a los responsables y señalan que muchos de los animales están muriendo y otros deben ser sacrificados ante la imposibilidad de encontrarles otros lugares
BADAJOZ. El Gobierno extremeño no hace cumplir la normativa que ya ha sido aprobada. Parece que aunque el antiguo zoológico de Almendralejo, que fue cerrado en 2006 por mantener en malas condiciones a los animales, ya no tiene licencia para abrirse al público, sí que está condicionado para tener a cientos de animales que aún no han sido reubicados en otros zoos.
Ejemplares de jabalí y monos babuinos, entre otros, continúan en una situación de completo abandono. Los responsables del zoo no han sido localizados pero un trabajador del centro asegura que en el lugar «solo quedan trastos». Sin embargo, algunos habitantes de la zona aseguraron haber oído rugidos y otros sonidos de animales.
Los activistas de la asociación «Ecologistas en Acción» están llevando a cabo una campaña de denuncia para conseguir así que los animales sean trasladados a otros centros de España. En declaraciones a Europa Press, el coordinador de la Asociación. en Extremadura, Pablo Ramos, denunció que «un centro que no tiene autorización como núcleo zoológico no puede tener animales» y recordó que le fue denegada la licencia en junio de 2004». Por alegaciones interpuestas el proceso se alargó hasta junio de 2006. Fue entonces cuando se resuelve la clausura de las instalaciones y se da el plazo de un mes para mandar a los animales a un lugar más adecuado.
El cierre fue motivado, según señalan los documentos por los que la Junta de Extremadura procedió al cierre de las instalaciones, por no cumplir las normativas biosanitarias de los zoológicos, por la falta de controles sanitarios «de obligado cumplimientos» y la carencia de vacunaciones para prevenir el contagio de enfermedades entre los animales.
La ley protege la fauna
Cuando en 1999 se aprobó la Directiva 1999/22 en relación a animales salvajes en parques zoológicos, se abrió una nueva etapa para la red de zoológicos de España. Quedaron atrás las antiguas «casas de fieras» donde se exhibían a los animales entre barrotes y en cubículos que difícilmente les eran suficientes para dar más de unos cuantos pasos. Más tarde, el Gobierno español hace la transposición de esta directiva y elabora la Ley de Conservación de la Fauna Silvestre en Cautividad, 31/2003. para proteger no sólo a los animales cautivos, sino también, a los que estaban en peligro de extinción.
El objetivo de estas normativas es el de promover el bienestar de los animales. Se debe tener en cuenta que las jaulas no son adecuadas. Además, las condiciones climáticas relativas al espacio que necesitan los animales está en función de cada una de las especies que conviven en ellas.
Sin embargo, a día de hoy sólo existen tres provincias, Navarra, Madrid y Andalucía que cumplen la normativa, según denunció la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Un zoo debe tener en cuenta aspectos como los relativos a las dietas alimenticias, las características sociales de las especies, el número de componentes de cada especie, el ratio de sexos, las características de reproducción o la asistencia veterinaria que requieren.
Animales no registrados
Por otro lado, Ramos criticó que muchos animales no están identificados «al no haber un libro de registro». Además, añadió que en el zoo. La suciedad se acumula en las jaulas.
Las asociaciones ecologistas se preguntan por qué no se ha sancionado a los responsables y señalan que muchos de los animales están muriendo y otros deben ser sacrificados ante la imposibilidad de encontrarles otros lugares
