Un taurino que se hace el tonto

«Las relaciones sobrecogedoras entre el toro y el periodismo ya no se dan. Que yo sepa…»

FOTO: J. M. SERRANOPOR J. FÉLIX MACHUCA
Pedro D. Girón_ Jefe de Prensa de la empresa Pagés
Lleva quince años como jefe de prensa de la empresa Pagés. Y más de veinte vinculado a tan taurina firma. Este año ha facilitado cerca de un centenar de acreditaciones.
—A que lo no le han pedido una entrada de favor durante estos días…
—(Risas). Ninguna. Yo estaba hasta extrañado. Por pedir que no quede. Hay peticiones que dan gusto atenderlas y otras que responden al tono de la pregunta.
—Y eso que dicen que la fiesta no interesa, que está en horas no muy altas…
—El número de peticiones para prensa y de localidades vendidas han aumentado este año.
—Pero tengo una curiosidad: de esas entradas que le han pedido para ejercer el gañote ¿cuántos eran de menos de treinta años?
—El número no lo se. Pero también hay gente joven pidiendo entradas.
—¿Por qué va tan poco la juventud a los toros?
—Prevalece el fútbol sobre los toros y quizás porque el fútbol genera mucha publicidad e información.
—También es verdad que genera más dinero…
—Si es así. Pero yo detecto en Sevilla más juventud en los toros. Y responda quizás a dos cosas. Una que la empresa Pagés invita a centros escolares a las novilladas de abono. Y otra que tanto la empresa como la Maestranza apuestan cada vez más por novilladas de promoción.
—Lo que no pierden la afición son los compañeros periodistas. ¿Cuántas acreditaciones ha facilitado este año la empresa?
—Podía empezar y no parar, casi un centenar de acreditaciones.
—¿Y de fuera de España?
—Francia, México y Portugal. No son muchas. Las agencias de prensa internacionales proyectan la Feria a muchos países.
—¿La petición de acreditación más curiosa que ha tenido cuál fue?
—La de unos japoneses. No había manera de entenderse.
—Cómo se solucionó…
—Con un traductor que se buscaron los japoneses. También recuerdo a alguien de la televisión coreana que quería grabar una corrida de toros completa. Y de hoy para mañana. Con la feria en marcha. Le explicamos de mil formas que aquello era imposible. Al final tuvo que intervenir hasta el cónsul coreano.
—Por pedir acreditaciones me imagino que pedirán hasta los radioaficionados…
—Usted lo ha dicho. Hay veces que uno lee atentamente la petición y tengo que tirar de la agenda de la comunicación a ver si se me ha escapado alguno…
—O sea que tienes peticiones de radio Marismas de Cuenca
—Por ahí van los tiros...
—¿Sevilla es muy gañotera para el toro…?
—(risas.) Más que gañotera es que se preocupa mucho por el toro…
—Y por el sable ¿no?
—(Risas)
—¿Y quién pide mas auxilio buscando una entrada de válvula: el que tuvo relación con el toro o el que con el toro solo tiene la pretensión de ser visto y que lo vean?
—Aunque yo solo me limito a los medios bien es verdad que también hay personajes ajenos al periodismo que lo han intentado pinchando, obviamente, en hueso.
—Entre el mundo del toro y el del periodismo siempre ha habido relaciones sospechosas…
—Esas relaciones ya no se dan. Antiguamente dicen que si. Aunque yo no las vi.
—Relaciones casi sobrecogedoras, para ser más exactos…
—Antes, según cuenta, la información la pagaban los toreros, puestos que los medios, en general, no pagaban a críticos taurinos. Lógicamente era una situación sobrecogedora. Hoy los medios pagan a sus colaboradores.
—¿Usted cree que hoy se trinca o esa costumbre la enterramos junto a otros tiempos?
—Insisto: eran cosas de otros tiempos, que yo sepa.