Un zoo de Vietnam reconoce haber subastado tigres muertos
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El zoo de Hanoi ha admitido haber subastado los cuerpos de tigres muertos a traficantes de animales, la última en una serie de violaciones de las leyes internacionales de conservación que pretenden proteger a los amenazados tigres de Indochina, según los periódicos del país.
Periódicos vietnamitas publicaron que el dinero, unos 5.400 euros por cada uno de los dos tigres, fue depositado en la cuenta bancaria del zoo. Algunos diarios incluían fotografías del recibo, pero los responsables del zoo declinaron hacer comentarios cuando se les preguntó sobre estas noticias.
Los huesos de tigres y otras partes de diversos animales salvajes, pasados de contrabando desde países vecinos y de la zona de Vietnam, se utilizan en la fabricación de medicinas tradicionales en el sureste asiático.
Según los registros, los tigres habrían muerto de enfermedad en el zoo, pero deberían haber sido incinerados siguiendo la Convención de Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Salvaje (CITES, según sus siglas en inglés), firmado por Vietnam en 1994. La confesión del zoo llega después de que las autoridades anunciaran el lunes que habían requisado dos tigres vivos de un coche que iba por la capital del país, Hanoi, y arrestado a dos sospechosos de tráfico de animales.
Los detenidos llevaron a la policía a una casa en la que se almacenaban partes congeladas de los cuerpos de cuatro tigres, así como fogones utilizados para hacer pegamento con los huesos de los animales. La policía dijo que el supuesto traficante Nguyen Quoc Truong había declarado haber comprado legalmente dos de los tigres muertos al zoo de Hanoi.
Los periódicos citaron a un empleado del centro que dijo que los cuerpos de los tigres se habían vendido a Truong sin la aprobación de la agencia de gestión forestal de Hanoi. El pasado septiembre, la policía encontró dos tigres congelados y dos calderos de sopa con huesos de animales en una cocina al aire libre en Hanoi. Las partes de animales se cocinaban para fabricar medicinas tradicionales, vendidas por unos 540 euros por cada 100 gramos.
También el año pasado, ocho hombres fueron condenados a 11 años y medio de cárcel por envenenar a un tigre en un zoo y venderlo por unos 10.000 euros en la provincia sureña de Tien Giang.
Periódicos vietnamitas publicaron que el dinero, unos 5.400 euros por cada uno de los dos tigres, fue depositado en la cuenta bancaria del zoo. Algunos diarios incluían fotografías del recibo, pero los responsables del zoo declinaron hacer comentarios cuando se les preguntó sobre estas noticias.
Los huesos de tigres y otras partes de diversos animales salvajes, pasados de contrabando desde países vecinos y de la zona de Vietnam, se utilizan en la fabricación de medicinas tradicionales en el sureste asiático.
Según los registros, los tigres habrían muerto de enfermedad en el zoo, pero deberían haber sido incinerados siguiendo la Convención de Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Salvaje (CITES, según sus siglas en inglés), firmado por Vietnam en 1994. La confesión del zoo llega después de que las autoridades anunciaran el lunes que habían requisado dos tigres vivos de un coche que iba por la capital del país, Hanoi, y arrestado a dos sospechosos de tráfico de animales.
Los detenidos llevaron a la policía a una casa en la que se almacenaban partes congeladas de los cuerpos de cuatro tigres, así como fogones utilizados para hacer pegamento con los huesos de los animales. La policía dijo que el supuesto traficante Nguyen Quoc Truong había declarado haber comprado legalmente dos de los tigres muertos al zoo de Hanoi.
Los periódicos citaron a un empleado del centro que dijo que los cuerpos de los tigres se habían vendido a Truong sin la aprobación de la agencia de gestión forestal de Hanoi. El pasado septiembre, la policía encontró dos tigres congelados y dos calderos de sopa con huesos de animales en una cocina al aire libre en Hanoi. Las partes de animales se cocinaban para fabricar medicinas tradicionales, vendidas por unos 540 euros por cada 100 gramos.
También el año pasado, ocho hombres fueron condenados a 11 años y medio de cárcel por envenenar a un tigre en un zoo y venderlo por unos 10.000 euros en la provincia sureña de Tien Giang.