Una juez ordena el cierre de una perrera de Puerto Real denunciada por maltratar animales
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La denuncia de la asociación El Refugio señala que se utilizan paralizantes que prolongan la agonía de los animales cuando son sacrificados
MANUEL MORALES 26/11/2007
Una juez ha ordenado el cierre cautelar de una perrera de Puerto Real (Cádiz) denunciada por la asociación El Refugio por usar paralizantes que prolongaban la agonía en el sacrificio de los animales. El Juzgado número 2 de Puerto Real también ha inhabilitado al veterinario titular del centro, R.P.B. La sociedad propietaria de la perrera tiene el significativo nombre de Asociación Protectora de Animales.
La asociación El Refugio, que está personada como acusación en el caso, destaca que es la primera vez que en España que se cierra de forma cautelar una perrera. El Refugio asegura que en este año 566 perros y gatos han muerto en esta perrera por asfixia después de inyectarles un paralizante en vez de los productos indicados para evitar el sufrimiento de los animales. La juez fundamenta su auto en el informe del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y en las declaraciones de varios testigos y de los imputados.
Este grupo conservacionista se hizo eco de varias denuncias de vecinos y alertó al Seprona el pasado mes de junio.
Delito de maltrato de animales domésticos
En el auto se señala que hay indicios suficientes de que el veterinario titular, R.P.B., "pudiera ser responsable en concepto de autor de un delito de maltrato de animales domésticos del articulo 337 del Código Penal".
Sobre el informe del Seprona, se hace referencia a las "sustancias que fueron encontradas" por los agentes en la perrera: "53 ampollas de vidrio opaceo vacías de 10ml del fármaco denominado MIOFLEX BRAUN 500 MG, no hallándose ningún otro envase de medicamento veterinario". Las explicaciones del veterinario "no resultan convincentes", según el auto de la juez.
Esta asociación protectora de animales asegura que en la perrera de Puerto Real se recogen miles de perros y gatos, anualmente, de varios municipios de la provincia de Cádiz. "Supuestamente los animales son sacrificados con un paralizante muscular que es inyectado indiscriminadamente ocasionando a los perros y gatos recogidos una muerte lenta y agónica por asfixia que en la mayoría de las ocasiones puede durar varios minutos, durante los cuales el perro o el gato esta absolutamente consciente".