Sevilla,
donde el concejal socialista Gonzalo Crespo quiso que la tortura de toros
fuera Fiesta Mayor |
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El Delegado de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de
sevilla, Gonzalo Crespo, y su Director del Área de Fiestas Mayores, Antonio
Silva, decidieron unilateralmente, el 1 de mayo de 2004, darle a la tortura de toros
el rango de "Fiesta Mayor de Sevilla". Y ello despreciando el sentir
mayoritario de los sevillanos, que muestran, en la teoría y en la práctica, su
desinterés por tan macabro espectáculo.
El coso de Sevilla dispone de 12.500 localidades. Excepto tres o cuatro días al
año (y hay años que ni un solo día) nunca se llena. Con una población muy superior a los
700.000 habitantes, eso significa que apenas el 1% de los sevillanos acude al
sangriento espectáculo. El otro coso que existió en Sevilla, con más de
23.000 localidades, se tuvo que cerrar ya en 1918.
Sevilla, una ciudad que carece siquiera del obligado servicio permanente de recogida de animales
heridos, acordó, con una empresa privada, promocionar la tortura de toros como
Fiesta Mayor.
Cuando los representantes municipales de otras ciudades y pueblos, atendiendo al
sentir mayoritario de sus ciudadanos, declaran a sus poblaciones "contrarias
a los espectáculos de tortura taurina", los patricios Gonzalo Crespo
y Antonio Silva intentaron retrotraer nuestra ciudad a la época del circo italicense.
Cuando otras ciudades apuestan por el futuro, el desarrollo y el progreso, el
envite de los patricios Gonzalo Crespo y Antonio Silva es el pasado, el
atraso y el retroceso.
Ante tamaña manipulación del sentir de la mayoría de los sevillanos, desde
esta misma página iniciamos inmediatamente una campaña de envíos de mensajes a la Delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento
de Sevilla diciendo que ¡LA TORTURA DE TOROS NO ES UN FIESTA!
En sólo siete días, centenares de mensajes fueron enviados a su destino.
El día 11 de mayo de 2004, el edil Gonzalo Crespo, en rueda de prensa,
dio marcha atrás y declaró "que no habrá declaración formal de las
corridas de toros como Fiesta Mayor de Sevilla"
Pero esta marcha atrás, forzada por una oposición popular que,
evidentemente, no esperaba, no ha sido una rectificación sabia y elegante. Muy
al contrario, el edil Gonzalo Crespo ha vuelto, por segunda vez, a
adoptar una actitud ridícula manteniendo que su intención era "reconocer
una realidad".
(más datos al respecto)
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