defensor del menor
MENORES
APRENDIENDO A MATAR TOROS
¿QUÉ OPINA EL DEFENSOR DEL MENOR DE ANDALUCÍA?
En Andalucía, el funcionamiento de las Escuelas Taurinas está regulado por
el Decreto 112/2001. Dicho
Decreto, en su artículo 9.4, autoriza la participación de menores en las
clases prácticas, a partir de los 14 años. Las clases prácticas
incluyen el banderilleado, estoqueado, descabellado y apuntillado de reses.
En el persistente afán de la Administración andaluza de promocionar lo
taurino, la Consejería de Gobernación subvenciona millonariamente tales clases
prácticas y Canal Sur Televisión ayuda, también millonariamente, emitiendo
(por cierto, en horario infantil) tan dantescos espectáculos. En tales retransmisiones hemos
podido observar, que a la inherente crueldad del espectáculo taurino se añaden,
cuando los ejecutantes son niños de 14 a 17 años, las lógicas consecuencias
de su impericia: estoques atravesando el tórax del animal y saliendo por el
lateral, toros vomitando sangre al atravesarles los pulmones y tráquea,
agonías larguísimas...
Todo eso nos llevó a preguntarnos si el que los niños participasen como
ejecutantes en tan despiadados espectáculos no es una grave vulneración de los
postulados de la Declaración Universal de los Derechos del Niño, ratificada
por España. Por ejemplo, el artículo 9 de la
Declaración señala que "el niño debe ser protegido contra toda forma
de ... crueldad". Así que, contando en Andalucía con un Defensor del
Menor (defensor@defensordelmenor-and.es) en septiembre de 2004 nos dirigimos a tal Institución solicitando que
nos informara sobre "si estima que la participación directa y activa de
niños en acciones de herir y dar muerte a reses es, o no, conforme a los
postulados de la Declaración Universal de los Derechos del Niño".
Después de cruzar varios escritos (pinchando aquí puedes acceder al
expediente)
el Defensor del
Menor, de forma, en nuestra opinión,
innecesariamente revesada,
viene a decirnos
que la participación directa y activa de
niños en acciones de herir y dar muerte a reses NO infringe los
postulados de la Declaración Universal de los Derechos del Niño.